
Las autoridades dijeron que algunos de los muertos podrían ser extranjeros. Hablaron con la condición del anonimato por no estar autorizados a difundir la información a la prensa.
La región tribal es refugio de varios grupos milicianos islámicos. La principal organización que opera allí es la red Haqqani, que ataca a los soldados de Estados Unidos y de la OTAN tras la frontera con Afganistán.
El gobierno paquistaní ha manifestado preocupaciones de que los insurgentes exploten la inestabilidad y el caos causados por los masivos desbordes, el peor desastre nacional en la historia del país independiente. Estados Unidos ha tratado de mejorar su imagen pública en Pakistán despachando significativa ayuda a los damnificados, aunque los ataques aéreos del sábado demuestran que no está dispuesto a abandonar esa táctica abrumadoramente impopular.
Estados Unidos rara vez discute los ataques de misiles de la CIA, pero algunos de sus funcionarios han dicho en el pasado que es un arma valiosa en la lucha contra los combatientes de al-Qaida y el Talibán en las zonas tribales de Pakistán. Las autoridades paquistaníes condenan públicamente los ataques aéreos, pero se cree que los aprueban tácitamente.
Por otra parte, una bomba estalló el sábado en un puesto de control controlado conjuntamente por la policía y tribeños progubernamentales en el noroeste de Pakistán, donde mató a seis personas, dijo el funcionario del gobierno Javed Khan.
El ataque ocurrió en Mohmand, una región tribal a 75 kilómetros (45 millas) al noroeste de la ciudad de Peshawar. Los muertos incluyeron un policía, un transeúnte y cuatro miembros de un comité de paz establecido para controlar los movimientos de los milicianos, dijo.
La Tribuna