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Ante el anuncio del presidente Chávez de crear las milicias campesinas como parte integrante de las FFMM venezolanas, la oligarquía colombiana, vía el ministro de la defensa, expresa su preocupación por el magno hecho. El modelo miliciano, es hoy por ahí, el modelo excelencia para combatir al imperialismo internacional. Ese principio, demostrado con creces en Irak, donde la resistencia iraquí ha puesto en jaque al invasor imperialista, en una guerra, a todas luces inmoral.
En ese mismo sentido, las fuerzas de ocupación de la OTAN están comiendo de la misma receta, milicias bien mimetizadas, con pocos hombres que se infiltran en zonas super-controladas, y que golpean en el corazón del invasor. Holanda anuncio su retiro inmediato de Afganistán, y varios países estudian esa posibilidad, la razón, no es necesario ser un experto militar para saber, que la guerra en Afganistán está perdida. En su afán de lograr objetivos, las fuerzas de la OTAN ESTAN MASACRANDO A LOS CIVILES, NIÑOS, ANCIANOS Y MUJERES SON LAS VICTIMAS PRIVILEGIADAS DE SUS BOMBAS “INTELIGENTES”.
La moraleja de esta guerra es que la tecnología no le garantiza nada al imperialismo estadounidense y al imperialismo europeo. Las milicias, buena información, buena organización, compartimentación de objetivos e información, convicción alta, y moral de lucha son la receta “mágica” para pelearle al imperialismo cualquier guerra. Chávez se demoró un poco, pero ya lo entendió, nunca es tarde para corregir. La guerra de guerrillas es la única manera que combatir al imperialismo internacional y a las oligarquías criollas.
Chávez sabe, que en el régimen mafioso colombiano tiene un enemigo altamente peligroso, así como también sabe, que en suelo colombiano, tiene a los muchachos herederos del legendario Manuel, firmes con su experiencia.
En hora buena Chávez, eso explica la perorata del bocón ministro de la defensa colombiano; “el ministro de Defensa Gabriel Silva Luján calificó como preocupante la implementación de estos grupos, al recordar que para los estados es muy difícil ejercer un verdadero control sobre este tipo de actividades”
Explicación no pedida, verdad confirmada dice el adagio. El régimen mafioso colombiano tiene la experiencia del mostro paramilitar que creó para lucha contrainsurgente, cuyo costo social en vidas y en ruptura del tejido social se siguen ocultando, que tras ese desangre miserable, dejo una insurgencia acta para confrontar los desafíos del siglo XXI. Esto demuestra que hay de milicias a milicias.
Una cosa, es el pueblo en armas, organizado en milicias para defender un proyecto de sociedad, para defender su soberanía y sus recursos naturales y otra cosa, es una banda de matones sin principios, drogadictos y orates, armados con motosierra, hornos crematorios, pozos de cocodrilos aliados de la oligarquía mafiosa y del régimen, cuyo ideólogos siguen sin pagar sus cuestas con las justicia popular, no es cierto José Obdulio?
Fuente ANNCOL
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