COMPROMISO CON CHAVEZ

Todo ciudadano que ame, adore y quiera nuestro pais REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA, debe estar comprometido a DEFENDERLA contra todo tipo de agresion tanto interna como externa, si no lo hiciera debería ser CASTIGADO con la máxima pena. GUERRA A LOS TRAIDORES Y A LA CONTRAREVOLUCION

sábado, 9 de marzo de 2013

Cuento de arañero: Enguayabado


Yo no estoy en contra de la cerveza. Nunca me gustó el licor, pero bueno, uno iba a un lugar y se tomaba una cerveza, dos cervezas, un traguito, sobre todo uno que andaba en la conspiración. El coronel Hugo Trejo, mi general Trejo —lo ascendió la Revolución—, me enseñó mucho a conspirar, me enseñó a ser soldado patriota. Ya yo lo era, pero él me amasó, ayudó en amasarme. Tuve la dicha de conocerlo cuando yo era muy joven, subteniente. Me le paré firme una vez y pasé a formar parte de su ejército. Una vez me dijo: “Mira, Hugo, con los militares no vas a poder evitarlo y si lo evitaras sería sospechoso. Así que tienes que actuar como la mayoría”. Fiestas, sobre todo en esa época. Cada vez que había un cambio de jefe, una parranda, whisky, música, un gasto. Y eso se acabó. La orden es, eso se acabó.


El Subteniente…
La otra entrega de mando la hice en El Pao, de campaña, quemándonos por el sol, con la tropa al frente. Y para qué fiesta pues, qué es eso. Ah, esas son las viejas costumbres, ¿ves? Rómulo Betancourt decía que “a los militares había que tenerlos contentos con caña, cobre y la otra c”, esa que no se puede nombrar. Y a la Fuerza Armada la pudrieron. Gracias a Dios mantuvo ciertos espacios, como la patria toda los mantuvo siempre sanos, que fueron capaces de brotar de entre el excremento y dar la batalla junto al pueblo, como la estamos dando.

Entonces el coronel Trejo decía: “Hugo, tú tienes que ir campaneando, y ponle cuidado. Oficial que no beba es sospechoso, porque ese puede andar esperando, te puede andar cazando, puede ser de inteligencia, pues, y anda haciendo alguna tarea. Y el que beba mucho y se rasque, cuidado, porque ese si lo metes a la revolución va a empezar a hablar, va a delatar y, además, bueno, moralmente es un borracho”.

Bueno, entonces la cerveza. Yo no soy contrario a eso, yo no soy musulmán pues, pero para qué cerveza, ¿verdad? Pregúntense ustedes. ¿Para qué caña? El que esté despechado, bueno, un clavo saca otro clavo, compadre. “No, que estoy despechado”. Hay gente que toma eso como excusa y se la pasan es despechados. “Estoy enguayabado”. Después inventaron el doble guayabo, eso es peor. Imagínate tú, guayabo negro, ese es otro que así lo llaman.